domingo, 27 de junio de 2010

Las Abuelas, los editorialistas de La Nación y algunas reflexiones

Leemos en La Nación de ayer: "La postulación de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo al Premio Nobel de la Paz motiva algunas reflexiones". ¿Algunas reflexiones por parte de quién, sobre qué cosas en particular? ¿Quién se esconde detrás de una editorial anónima desde la tribuna de doctrina del diario mitrista? Porque que las cosas se naturalicen no significa que deban ser aceptadas sin más, con esa condescendencia que se suele tener con los que de tanto repetir, aburren y no hacen más que crear ruido blanco alrededor de un tema instalado.

La semana pasada la editorial giró en torno a la cuestión del matrimonio homosexual al que con un timing excelente Bruno Bimbi le contestó sin dejar lugar a dudas. Y hoy... hoy, bueno, según nuestro anónimo editorialista se bastarde la bandera de los Derechos Humanos y él no tiene otro remedio que salir a reivindicarla, eso sí encapuchado.

Parece ser que veintisiete años desde el regreso a la democracia no han hecho mella en los que siguen pensando en que la última dictadura cívico-militar fue una guerra, que mató a 30.000 personas, que se apropió de sus hijos y que le quitó la voz no sólo a una generación, sino a todos aquellos que hemos nacido después y que hemos perdido sus referencias. Quizá la frase de Shakespeare en Enrique IV "Nada es deshonesto para aquellos que ganan" venga muy a cuento y describa con descarada precisión en la encrucijada que estamos parados. ¿Decidiremos como el señor Aznar, meter el pasado bajo la alfombra y olvidar a los muertos donde están y dejar a los vivos que no saben hijos de quiénes son junto con sus apropiadores y cómplices de sus asesinos? 

"Estela de Carlotto está transitando activamente el mundo de la política y reclamando protagonismo." Claro, no es que Abuelas y Madres busquen a sus  nietos e hijos, zurdos que mejor están muertos que vivos (porque el único zurdo bueno es el zurdo muerto) sino que lo que quieren es un reconocimiento político, quieren apoderarse de este país, como no pudieron hacerlo sus hijos y destruir a la corporación mediática y a sus escribas que vomitan su verborragia desde el anonimato de palabras impresas con tinta manchada de sangre y que encima, pretenden que todos sus lectores somos estúpidos y perdonamos sus "pecados de juventud".



La funcionalidad a un gobierno que, por ejemplo, emplea casi permanentemente el pretexto de la defensa de los derechos humanos para intimidar a algunos medios de prensa puede terminar desacreditando el valor de muchas acciones de organizaciones civiles que, en su momento, se habían hecho merecedoras de un bien ganado prestigio.

"La participación política" que el cronista tolera tiene más que ver con la concepción "Susanita" del mundo. Para los que no son asiduos lectores de Quino, me explico. Charla entre Mafalda y Susanita (no es textual, puede fallar): "cuando sea grande voy a ser una señora importante y voy a hacer banquetes en los que vamos a servir lechón y pollo y cosas ricas, para juntar fideos, polenta y esas cosas que comen los pobres". Esa es la participación que les gustaría a los tribuneros mitristas que tuviera la señora de Carlotto. Una participación simbólica, para la foto, que hubiera aceptado comprar la sangre de su hija a un módico precio.

¿Por qué sigue usando el modal? ¿Por qué no se anima a decir lo que piensa sin el puede, sin el casi, sin los algunos, sin los debería o podría?

Un defensor de los derecho humanos no debe olvidar velar por los derechos individuales, pero tampoco debe ni puede olvidar que el negarle a la sociedad el saber la verdad es un delito que no se ampara detrás del "yo no quiero saber". "Todo argentino que aspire a un galardón internacional tan trascendente debería bregar por el reencuentro y la reconciliación de sus compatriotasalgo que difícilmente se logre si se apoya un tratamiento desigual por parte de la Justicia respecto de quienes estuvieron enfrentados en los años 70 y se consiente una manipulación de los derechos humanos al servicio de mezquindades políticas.". "Sería altamente positivo, para su propia organización y para la necesaria pacificación del país, que las integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo no abrazaran una versión distorsionada de la verdad histórica"

LA VERDAD HISTÓRICA esa quimera a la que apelan los que nunca le han pasado siquiera por cerca al quehacer histórico. No es que la verdad histórica no exista, pero no con las mayúsculas que le gustaría a nuestro intrépido escriba, que a estas alturas me lo imagino a los gritos, intentando pacificar a un país crispado que empieza a sospechar que no hubo enfrentamientos en los años setenta, que no hubo una guerra civil, que empieza a pensar en "lo que hubiera pasado si..."
Aunque el "what if" sea una rama de la ciencia ficción especulativa, muchos pensamos, "¿qué hubiera pasado si adalides como el que nos convoca esta noche se hubieran animado a decir la mitad de las cosas que dicen hoy apelando a favor de una libertad de prensa amordazada, que hubiera pasado si hubieran dicho hace algunas cosas treinta años, y no ahora cuando la Patria se puede defender sola y los está llamando a rendir cuentas?"
¿O será que pretendemos la clase de reconciliación que denuncian estos actores en este excelente spot del Ministerio de Cultura Español?


5 comentarios:

Marcelaso dijo...

Némesis: sus editoriales son impecables. Su denuncia merece ser difundida amplimente. Y el video es... estremecedor. Un tío abuelo mío era de la Guardia Civil y fue fusilado por las tropas de Franco, hasta donde se, y su nombre bien podría haber sido incluido en la representación de los actores hispanos...
¿Y por qué acá no se hace algo similar? "Me llamo Julio César Pomponio y..."; "me llamo Adriana ´Chona´Bonti y..."; "me llamo Susana ´Chuchi´Pegoraro y..."; "Me llamo Nora Alicia Peralta´y..."; "me llamo Ana María Martínez, estoy embarazada y...", y miles de nombres más...

Creo que esta noche me va a costar domirme más que de costumbre.

Se me agotaron las palabras.

Némesis dijo...

Sí, el spot es de una efectividad escalofriante... dos de las actrices que aparecen en él son conocidas acá en Argentina porque forman parte del elenco de dos tiras que tocan el tema de la España franquista ("Amar en Tiempos Revueltos" y "Cuéntame").

Creo que acá no se podría hacer algo parecido por la misma razón por la que este spot por alguna razón misteriosa está funcionando mal en la propia página de la TVE: los intereses creados.

Pero lo único que queda es seguir difundiendo y cuando se llega al límite del hastío de la repetición, volver a tomar aire y seguir.

Saramago le dijo a Filmus en su entrevista para Encuentro: "Si yo fuera argentino, todos los días me levantaría y diría, no perdono", porque el perdón es una actividad individual pero cuando los crímenes se cometen contra toda una sociedad, la Justicia es la única que puede saldar cuentas para uno y otro lado.

Y lamento que no le cueste irse a dormir. No creo que al editorialista le pase lo mismo, ni a quienes comentaron al borde del orgasmo sus palabras.

Ánimo (y si cree que debe difundirse... ya sabe... hágalo circular ;-)

Susanita dijo...

che quizas tiene miedo ( el editorialista) de que le hagan "una vichita" ...jaja.
Luego de este permiso (una sonrisa nunca viene mal) te digo que el problema es que como sociedad no hemos aprendido suficientemente bien que MATAR ES UN DELITO. Sea , desde el lugar que sea, quiero decir : militar , desocupado, pobre rico, como les guste. El tema es que si desde las fuerzas armadas no hacen un proceso de decir : este tipo es un ASESINO no merece el uniforme que usa, y lo echan a patadas, el resto de la sociedad se seguira escudando en las mismas bajezas, como la Sra. de "Noble"( que loco el apellido!!) para dejar en claro que lo acontecido no fue un hecho de una guerra, no fueron actos de caridad el hacerse cargo de bebés y niños cuyos padres fueron torturados y muertos... no segun videla "desparecidos" ( donde???) .

Gonzalo J Taccone dijo...

Permitanme decir que:

Uno ya se acostumbra, sin perder capacidad de asombro, a las editoriales de La Nación, pero esta, párrafo a párrafo se destaca por la sostenida hipocresía y mendacidad del autor, el cual se despacha a lo largo de su escrito con la soberbia ligereza conceptual de quien aparentemente posee para si la VERDAD HISTÓRICA, dándose el lujo de arrogarse una moral aséptica capaz de dar cátedra acerca de la postulación al Nobel para la sra de Carlotto.
Degradar como mero acto reparatorio a la consecución de la identidad y subsumirlo a la libertad individual, es cuanto menos, una canallada. Tal vez al criticarlo, sea yo quien desconozca que estaba consagrado el derecho humano a ignorar el propio origen. ¿Cuán soberbio hay que ser para creer conocer el limite moral que se pude transgredir para llegar a la verdad? Quienes reclaman clemencia ante la andanada de juicios por su accionar desde el Estado represor, tienen en LA NACIÓN un servil defensor, incapaz de enrostrarle su propia carencia de moral, gusto por el avasallamiento de los derechos individuales y supresión de la libertad de la que hicieron gala durante el proceso. El reclamo de "memoria completa" de parte de la sra Pando y su desfachatez al sostener al aire que defiende la causa de aquellos que robaron bebes, acaso no es muestra de aquello que critica (por carencia) sobre los argumentos éticos y morales que sostienen con holgura a las Abuelas?
¿Que querrá significar un discurso superador? El cinismo me invita a pensar que sin duda pretenden un olvido sanador, un reencuentro hipócrita que reconcilie por la fuerza al torturador y al torturado, que reconozca inocencia en quien planeo la desaparición sistemática de personas y por que no, una "merecida reivindicación a aquellos muchachos de la reorganización nacional" sin cuyo aporte nuestro país estaría hoy lleno de fanáticos peronistas y bolches armados.
Por todo esto quien otra mejor que Lilita Carrió para el Nobel de la Paz no?

Némesis dijo...

No es mala idea. Lilita for Nobel!