domingo, 28 de noviembre de 2010

A un mes de la muerte de Kirchner

Como dice Dolina, si otros lo han dicho antes y mejor, para qué decirlo de nuevo chapuceramente.

Les dejo el video del canal oficial en Youtube de Casa Rosada.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Crecer de Golpe

Ante los hechos inevitables uno siente la necesidad imperiosa de hacer catarsis, de putear, de repetir hasta el cansancio que la vida es injusta, que una vida no vale nada.

Muletas y muletillas que usa a destajo para pasar rápido el mal trago, para apurar el momento, calmar el espíritu.

El paso del tiempo da la perspectiva de todo porque opera sobre el dolor, sobre el recuerdo, sobre la memoria suavizándolos, volviéndolos más humanos y más borrosos y hasta bellos, dando una perspectiva a veces impensada cada vez que se hace el ejercicio de memoria.

Cuatro veces en mi cincuentenaria vida he llorado sin consuelo pensando que se me terminaba el mundo, que no había por qué o por quién seguir.En 1974 por el general, en 1993 por mi viejo, Paco y en 2005 por mi vieja, Amalia que me habían dado la vida y en 2010 por alguien a quien no traté pero que VERDADERAMENTE ME CAMBIÓ LA VIDA Y NOS CAMBIÓ LA VIDA después de haber soportado personalmente más o menos dignamente la segunda década infame, el despido, la quiebra económica, la social y hasta la intelectual.

Nuestros profesores de Historia no se cansan de hablar, y hablarnos, de la perspectiva histórica, de la necesaria objetividad del (futuro) historiador en ciernes pero, por otro lado, no pueden dejar de reconocer que uno se enamora de su objeto de estudio, del tema de su investigación, de una época y hasta de algún personaje histórico defenestrado por alguna historiografía académica dominante supuestamente seria.

Lo que nadie puede enseñarte es a vivir pero con los cuatro por los que lloré y con algunas personas con las que uno se lleva por delante en su vida uno aprende rápidamente -y algunas veces a los golpes- que siempre hay razones por las que seguir, sueños compartidos que alcanzar, metas a las que éticamente aspirar (y concretar).

Te dan "ejemplos tontos" en el día a día que no aparecerán en ningún futuro "Tratado de vida cotidiana en el siglo XXI", te "desmelonean" como dice un amigo porque te obligan a pensar, a reflexionar, a mirar viendo pero, centralmente, te revalorizan como persona, porque te inculcan más noes que síes, porque te enseñan a valorar lo poco (o mucho) que tenés, porque te incitan a pedir y exigir Justicia con mayúsculas, a comprender que no te salvás solo, que sólo la solidaridad total puede hacer de una persona un ser humano valioso.

Argentinos al fin, en los oscuros años del menemato soñábamos con un hombre providencial que fuera, como dice el amigo Viglietti, BRÚJULA O FLECHA que mostrara por dónde ir para recuperar nuestro sentimiento y sentido nacional y popular. Esperábamos sin grandes perspectivas, sin ganas, mirando Gran Hermano y votando al menos hijo de puta, al que te iba a joder menos.

Pero esperábamos.

Tuvimos muertos en Corrientes, colas en las embajadas, en los Registros civiles y los juzgados buscando "los papeles" que iban a demostrar que no éramos unos sudacas de cuarta sino de primera aptos para laborar en las madres patrias de nuestros abuelos.

Y, de paso, participábamos por algún amigo, pariente, conocido o desconocido el 22 de cada mes de misas por los emigrantes en la Parroquia San Carlos mientras los sesudos científicos sociales nos hablaban del desapego, del consenso y de la anomia de la sociedad argentina desde las páginas del diario del multimedio local.

Tuvimos un blindaje que, según nos decían marianito y bernardito, nos ponía otra vez en carrera y un presidente al que voté para terminar con el asco menemista -y al que un ex integrante del Grupo de los 8 daba un reaseguro más o menos peruca- permitía que su hijo cerrara el Cerro Catedral para esquiar con Shakira mientras repetía: "Qué lindo es dar buenas noticias", sobornaba a doctos senadores para que aquellos que tenían una indecente ocupación pudieran gozar de las libertades del libre mercado y les rebajaba el sueldo a jubilados y empleados públicos que la ministra de trabajo -de doble apellido y pasado en la gloriosa JP- vendía como un "ahorro" que hasta recibió el reclamo de la conductora de los almuerzos mediáticos.

En el inventario no podía faltar la corte de los supremos -herencia menemista que capitaneaba un ex jefe de polícia durante la dictadura- que convalidaba lo que se le presentara con tal que no violara el 1 a 1 y los negocios residuales que había dejado sin abrochar el gobierno anterior.

Y esperábamos. Aunque no podría jurar que contra toda esperanza como sabiamente aconsejaba el cura Hugo Segovia.

34 muertos para inaugurar el verano 2001-2002 dieron paso a 5 presidentes interinos que administraron el fin del experimento social, político y económico privilegiado del neoliberalismo. Otras 2 muertes pusieron fecha de salida al que había sido candidato a presidente perdidoso en 1999 y que se había hecho del gobierno con la complicidad de los legisladores cuyo jefe nominal huyó en helicóptero desde la Casa Rosada.

Faltaban medicamentos que no podían conseguirse en los clubes de trueque y buscábamos sobrevivir esperando que el vaticinio de la Universidad de Londres estuviera equivocado y las asambleas populares no se convirtieran en el Soviet de Petrogrado ni el dólar llegara a $10 como prolijamente nos operaba la Revista Noticias tratando de presionar al Poder Ejecutivo para que apurara la ley de Patrimonio Cultural (ley 25750) que salvaría a Clarín y socializaría la deuda externa del grupo. Mientras tanto, esperábamos.

Finalmente, otro 25 de mayo, pero ahora de otro siglo, un desgarbado gobernador bendecido a regañadientes y por descarte por los caciques del PJ y elegido con menos porcentaje que Illia en 1963, aparecía haciendo malabares con el bastón de mando presidencial.

El resto de la Historia es conocida y algunos millones comenzamos imperceptiblemente, de a poco y con desconfianza decreciente, a darnos cuenta de que la espera había terminado y que una Nueva Canción puede y debe ser escrita porque se corrieron los límites de la cancha y las reglas de juego se están reescribiendo.

Aunque hoy el desgarbado gobernador por fin descanse en su lugar en el mundo sin haber firmado algo de que avergonzarse y convertido en el Presidente del NUNCA MENOS.